Ahí van, y por si no los ves, te lo cuento. Ahí van los dirigentes de las tres centrales obreras conscientes de que como dijo Benjamín Franklin: “O caminamos juntos, o nos ahorcarán por separado”. Ahí van los obreros que forjan el día a día de la patria.

Ahí van, y por si no los ves, te lo cuento. Son, como dijo el patriota Raúl Scalabrini Ortiz en una oportunidad histórica: “Son el subsuelo de la patria sublevada”. Es una columna enorme y compacta. Sin embargo, faltan muchos que aún confían en el presidente que votaron. Ya volverán. Todos nos equivocamos. Aquí hay lugar y nadie sobra. Los esperamos.

Ahí van, y por si no los ves te lo cuento: Los representantes de la cultura. Los que nos divierten, entretienen, nos ayudan a reflexionar. Los escritores, los actores, los directores, el teatro, el cine, las bibliotecas populares. Sólo alguien que tiene una caja fuerte como corazón puede desfinanciar a las bibliotecas populares.

Ahí van, y por si no los ves te lo cuento: Las organizaciones sociales. Son la mano invisible de la ayuda colectiva solidaria. Los de los trabajos en cooperativa y los comedores populares.

Ahí van, y por si no los ves, te lo cuento: Son nuestros científicos, cuya riqueza está en la cabeza y no en el bolsillo. Ahí van los que construyen una Argentina prestigiosa, reconocida en el mundo, que se quedan en el país devolviendo al pueblo lo que invirtió en ellos, despreciando ingresos considerablemente superiores en cualquier centro de investigación del primer mundo. Ahí van, con sus sueldos congelados, con restricciones presupuestarias absurdas para investigar, como si fueran enemigos personales del Presidente. Ahí van, por si no los ves, te lo cuento: Son muchos, pero faltan muchos. Son los que olvidaron en un momento decisivo el método científico fuera de sus laboratorios y hoy están ausentes. Son inteligentes. Saben que el suicidio no es un camino a la vida. Ya vendrán. Por el momento les conservamos sus lugares. Los esperamos. Todo proceso necesita maduración. Y aquí los esperamos como compañeros, no como fiscales.

Ahí van, y por si no los ves, te lo cuento: Ahí marchan los empresarios PYMES, que son los contratantes del 75% del trabajo asalariado, conscientes que su empresa con apertura indiscriminada y la caída del consumo tiene fecha de vencimiento. Faltan, faltan muchos, que por desconocimiento o por amnesia creen que la guadaña caerá sobre otros.

Ahí van, y por si no los ves, te lo cuento: Son docentes, maestros, profesores universitarios con sueldos congelados y presupuesto por unos pocos meses. Sarmiento llora, pero Milei lo cita y lo desmiente en los hechos.

Ahí van, y por si no los ves, te lo cuento. Son los jubilados que no estaban bien pero ahora están decididamente mal. Faltan muchos, pero no tardarán en venir.

Ahí van, y por si no las ves, te lo cuento: Son las Madres y las Abuelas de Plaza de Mayo, las que enseñaron que “la única lucha que se pierde es la que se abandona”.

Ahí van, y por si no los ves, te lo cuento: Los que padecimos en los libros leídos la dictadura de 1955; y en la piel y en las pérdidas irreparables, la de 1966 y la de 1976 y por eso no evitamos proclamar la democracia, claro, una mucho mejor que la construida hasta ahora.

Ahí van, y por si no los ves, te lo cuento: Caminan los miles de afectados y acorralados por un gobierno que decidió al tiempo que nos convierte en colonia, una monumental transferencia de ingresos de abajo hacia arriba.

Ahí van, y por si no los ves, te lo cuento: Es una sociedad apaleada, pero caminan, cantan, quieren una patria, no un territorio alquilado o rematado. A pesar del dolor están alegres No hay odio en sus rostros. Eso está y estuvo del lado de los que bombardearon Plaza de Mayo, los que fusilaron clandestinamente, los que sembraron de campos de concentración el territorio nacional, los que proscribieron, los que no le tiemblan la mano cuando tienen que matar.

Ahí van, y por si no los ves, te lo cuento: Es imposible encontrar el futuro en los finales del siglo XIX. La síntesis es lo mejor de la Argentina del pasado proyectándola al siglo XXI.

Explotando los recursos propios, con ciencia, con industrias, con distribución del ingreso, con justicia social.

Ahí van, y por si no los ves, te lo cuento: Están caminando en medio de un despliegue de fuerzas de seguridad impresionante. Están caminando por vos, aunque hoy no lo percibas ni lo creas. Están caminando para no quedar huérfanos de Patria. Para no ser extranjeros en su propia tierra y antes que el camino de los próximos años sea el exilio.

Ahí van, y por si no los ves, te lo cuento. Pero mejor vení. Te esperamos. Aquí no hay fiscales, sólo compañeros. Hay una cita con la libertad, que es fundamentalmente aquí el abrazo y el caminar con el otro.