Antes, el cantante anunció que volvió a hacer música tras la ruptura de su anterior banda Beady Eye en 2014. “No me estoy embarcando en una carrera solista. Todos deberían tener eso en claro. Hay 10 u 11 temas que escribí y que son elegibles para ser grabadas. Tienen encanto, actitud, las melodías son enfermas y las letras jodidamente graciosas. Vamos a grabarlas este año y lanzarlas el que viene. La gente se va a shockear. Es un disco escrito por mí que tiene todos los ingredientes correctos y suena gustoso. No se van a tomar el mentón. No es Pink Floyd y no es Radiohead”.

Liam aprovechó para presionar a su hermano y no puedo esconder las ganas de volver a tocar junto a él. “Creo que Oasis va a navegar de nuevo y va a ser glorioso. Si realmente se trata de los fans, Noel, hagámoslo, porque ellos lo quieren. Un año. Una gira de un año. La romperíamos. Mis valijas siguen hechas desde mi última gira, así que yo estoy listo”.

De todas maneras, nunca puede faltar el palito en esta relación de amor y odio: “Noel vive en una casa de 22 millones de dólares. Eso te cambia, lo reconozco. Tenés los muebles adecuados, la cocina que corresponde, un tinto apropiado que te recomendó Bono… Y Damon Albarn se vuelve tu amigo. Suena bien, pero no para mí”.

Al parecer, Liam estuvo mirando algunas imágenes del documental de Oasis “Supersonic”, a estrenar próximamente, y se puso un poco nostálgico. “Extraño al Noel que se ve en la película de Supersonic. Ese es el Noel que yo conozco. Y sí que lo quiero. No me siento en mi casa a llorar mirando su foto, y estoy seguro de que él no lo hace con la mía. Pero soy una energía y te apuesto que él extraña esa energía”, concluyó.