Miguel del Pópolo, cantante de ‘La ola que quería ser chau’, acusado por abuso sexual, volvió a aparecer en las redes sociales después de ocho meses y publicó un polémico descargo donde culpa a las víctimas por todo lo sucedido, señalando que las pericias psicológicas salieron favorables para él.

Todo comenzó cuando Mailén Frías, de 23 años, subió un video a su cuenta de Youtube revelando que había sido violada y abusada por el cantante de la banda indie. El mismo no tardó en viralizarse hasta llegar a la casa de Rocío, quien se comunicó con la joven para contarle que también había sufrido abusos por parte de del Pópolo. Hoy son cuatro las chicas que lo denuncian, mientras que otras le escriben para aportar su testimonio.

La causa se encuentra desde el 1 de diciembre en el juzgado 25,  secretaria 161, a cargo de la jueza Fabiana Palmaghini, y aún falta que citen a indagatoria a Miguel. “Las pericias a él concluyen que no parece un tipo violento. Pero él está denunciado por violación no por violento” dijo la abogada de Frías, Nvard Nazaryan, a Matria - Medio colaborativo para la igualdad de géneros-, y agregó: “No se puede determinar el perfil de una persona en una entrevista de dos horas. Además estos personajes suelen tener un perfil de manipuladores. Y es muy fácil demostrar eso en un juicio oral”

“Eran obvios los resultados de las pericias”, dijo Mailén cuando contó a Matria que elevaron un acta contra la psicóloga forense que interrumpió su declaración y le explicó a ella y a otras denunciantes que “una violación es que te agarren en una esquina, te llevan a un lugar oscuro y te obliguen a tener relaciones sexuales”.

Las declaraciones de Mailén en referencia a la polémica publicación de Miguel del Pópolo:

¿Cómo te enteraste del posteo?

Una de las denunciantes, de la que Miguel raramente se olvidó de hablar en el post, me mandó un mensaje indignada por las declaraciones de cartón que este sujeto había hecho. Entonces le pedí el link y lo leí.

¿Por qué creés que se olvidó de ella?

Obvio que es sarcasmo. No podría haberse olvidado de ella ni de ninguna chica abusada por él. Mucho menos de las dos chicas de las que él no hace mención pero su testimonio aparece en la causa.

¿Qué sentiste en el momento?

En el momento nada. Me reí bastante, porque es un tanto ridículo. Al paso de una hora, cuando salí a caminar con un amigo, empecé a tener miedo. Mirá si ese post genera dudas en la gente. No olvidemos que estamos en un país patriarcal, y aún la mayoría pone en duda a las víctimas. Y luego en el sistema judicial. Empecé a sentirme mal, todo el esfuerzo de las chicas que se empezaron a animar a salir a hablar de lo que sufrieron por parte de este sujeto y tantísimos otros que están a su par, iba a ser desestimado por gran parte de la sociedad. Sentí miedo, por todo el laburo en conjunto que estamos logrando. Que se revictimice a todas las chicas que pudieron salir a denunciar que fueron abusadas, que se las cuestione, que se dude de ellas otra vez. Que se dude de nosotras.

Apagué el celular, llené la bañadera, me sumergí hora y media, y alrededor de las 23hs volví a chequear el post: eran cinco monos que lo defendían: los de siempre, los incondicionales, los “pase lo que pase” (interprétese como “violes a quien violes”), y gente fan de su banda que no sabe nada. Así que volví a reírme mientras leía y después no vi nada más.

En la declaración dice que las pericias psiquiátricas salieron favorables para él, ¿es así?

Sí, no sé bien el resultado de su pericia. Pero la psicóloga que me la hizo me atendió muy mal, me sentí muy mal. Recuerdo que me interrumpió cuando arranqué el relato y me dijo:  “Mirá que yo ya indagué al acusado eh…”. Seguí relatando y me volvió a interrumpir y me preguntó cómo no me di cuenta que él quería tener relaciones sexuales conmigo después de un recital, habiendo tomado alcohol, teniendo yo 22 años, siendo joven, estando en su cuarto. Después me mostró los cuadritos con manchas y yo tenía que decir lo que veía. Cada vez que los daba vuelta me decía “esforzate un poco más”.

A una de las denunciantes le dijo: “Quedate tranquila que no estuviste con un violador”, y otra me contó que le dijo que “una violación es que te agarren en una esquina, te llevan a un lugar oscuro y te obliguen a tener relaciones sexuales”. Yo salí de ahí con una crisis nerviosa. Me quejé con el coordinador y supuestamente hicieron un acta donde constaba el maltrato que había sufrido por parte de esta psicóloga. Eran obvios los resultados de las pericias.

¿En qué estado está la causa?

Una vez que termine la feria judicial lo tienen que llamar a indagatoria. Y presentaremos una pericia de parte. Después de esta reaparición pública, vamos a ver qué hacemos con mi abogada.  Quizás me anime a ampliar mi declaración, ya que con el paso del tiempo me fui dando cuenta de otras cosas que antes no. También las otras denunciantes.

¿Algo más que quieras decir?

Sí, que es el mismo discurso del amor que no ayudó a Aldana. El que utilizan los psicópatas para tirar el último manotazo de ahogado. El día del juicio le contestaremos en la cara.