Cristian Aldana, voz de la banda El Otro Yo, reapareció en los medios a través de correspondencia al contestarle a la revista Rolling Stone sobre sus días en la cárcel de Marcos Paz, luego de que la justicia lo procesara por abuso sexual y corrupción de menores. 
Rolling Stone cuenta que el músico contestó un breve cuestionario "en un manuscrito que su abogado revisó antes de llevar a un archivo digital y remitir a la redacción" y que además "no hubo instancia de repreguntas". 

Aldana, en todo momento busca desprestigiar a una de las principales denunciantes, Carolina Luján -quién además fue pareja y convivieron un tiempo-. "La estrategia es lograr credibilidad por la mera reiteración de otros testimonios, que son el reflejo de sus propios intereses. Tienen un discurso único, prefabricado y encaminado a resaltar el morbo y la pornografía como 'gancho' para vender sus mentiras. No existieron tales encuentros, individuales ni grupales. Ni siquiera tengo conocimiento personal con las denunciantes, más allá de que ellas, como seguidoras de EOY, hayan ido a los shows", responde negando las denuncias. 

Además cuenta que su relación con Carolina fue una "etapa de puro amor y respeto, que trascendió el ámbito de nuestra intimidad, porque era una relación sana y feliz que compartíamos con nuestros familiares y amigos". 

También relata que convivieron juntos cuando la denunciante, Carolina Luján tenía 17 años y describe que "era muy independiente, no sólo de su familia, sino también de mí" y agrega que luego de la rutina de las giras de EOY "provocaron celos y cuestionamientos de su parte, y con el tiempo, la ruptura". 

Acusa a su expareja de agredir a su actual pareja - Guillermina- cuando él comenzó la nueva relación. "Al principio sólo se trataba de un mero intento de seducción (y hasta acoso) que rechacé, para luego incrementar su ataque hacia mi esposa e inclusive hacia la banda", alega Aldana. 

Reitera que lo único real de toda esta situación que está atravesando en el penal de Marcos Paz, es su relación con Carolina, y niega las demás denuncias, que solo forma parte "de las mentiras que generó su odio" y dice que no puede creer "tanta perversidad". 

Sobre cómo convive en la cárcel, lo describe como "estar en el infierno" y que pasar Navidad y año nuevo lejos desu familia fue sentir "desazón, soledad y desconcierto", además de que llegó a tener "pensamientos negativos", pero que por suerte se acercó a Cristo "por medio de la oración".

Por último desea estar con su familia, y tratar de olvidar "esta pesadilla". 

Nota completa