Advertencia: el debate sobre la intencionalidad y el lugar donde a cada uno le late una frase del Indio Solari no termina de cerrarse nunca. De hecho no es la intención, sino por el contrario, es inaugurarlo, seguirlo, alimentarlo y enriquecerlo.

Estas Entrevistas exclusivas a las canciones del Indio Solari, que se le animaron a Amok Amok, Las supersticiones traen mala suerte, Cada pequeña muerte, y a Chau Mohicano, se aboca a hacerse preguntas -sin muchas certezas-, sobre Arca Monster.

"Van con su ilusión con la inocencia de un huevo recién puesto", con esta afirmación comienza la canción, y empiezan las preguntas: ¿quiénes van con inocencia de primera vez, con ilusión de primer huevo? "Basta ya...se acabó!" ¿Qué se acabó? Veámoslo un poco con sus ojos, los del Indio.

"Lluvia negra y un viento que traerá calores de Hiroshima". Lluvia Negra es el título de una novela japonesa de los años 60 que luego fue llevada al cine. El clásico de la literatura nipona escrito por Ibuse Masuji, cuenta la historia de una joven que se ve afectada por las consecuencias de la explosión atómica en Hiroshima: esa lluvia negra que trajo calores.

Al estribo: "Basta ya... se acabó!" Vuelvo a preguntarme qué se acabo. "Las mares van a hervir y El Arca va a encallar, otorgaba poder tener lugar". Aparece un arca, que remite al título: hay una arca de monstruos, pero cuáles ¿Y qué poder otorgaba tener lugar en esa élite?

¿Solari alguna vez se habrá sentido en un arca que lo salvaría de la inundación del mundo, cuál mundo, cuando las mares fueran hervir por la lluvia negra que acercó calores de Hiroshima y el mundo, el mundo en el que creció él y su generación se acabaría?

"Los cuervos de Odín ya no pasan más volando sobre el mundo". En la mitología germánico nórdica (de la que abrevó Tolkien para El Señor de los Anillos), el Dios Odín tenía orientaciones hacia las artes y el saber, pero también a la guerra y la muerte. Su poder estaba basado tanto en la sabiduría y el conocimiento como en los engaños, confabulaciones y pactos.

Conocido también como Wotan, Odín era secundado, entre otras "mascotas", por dos cuervos a los que soltaba cada mañana para que volaran tan lejos como puedan para regresen por la tarde con noticias de todo lo que habían visto y oído. Los dos cuervos, de nombre Hugin y Munin, representaban cada uno el pensamiento o saber y la memoria.

Entonces, ¿es el Indio el que no suelta más sus cuervos para saber qué pasa en el resto del mundo -¿cuál mundo, el del rock?-, y por eso se acabó ese mundo que le había prometido la historia para su generación? ¿O hay en el mundo una potencia-Dios con la capacidad de soltar sus cuervos para saber qué sucede en cada rincón del globo?

"Basta ya... se acabó! El futuro no es un reino de poder para los hijos del éxito. Basta ya... se acabó!". El reino de los fieles, o de los ciegos, o de alguno otro prometido -los hijos del éxito-, auguraban que el futuro les pertenecía. Y el futuro, se sabe en la cultura ricotera, ya llegó hace rato y es todo un palo.

"Hasta el sol entró, parece que es la edad, en ira luminosa". Otra vez el asumir la edad, como en cada uno de sus cds solistas anteriores en los que Solari le cantó a la muerte. En El Tesoro de los Inocentes, con La Muerte y yo, en Porco Rex con Y mientras tanto el sol se muere, y en El Perfume de la Tempestad, con No todo lo que reluce es Dios.

Sobre la ira y la luz. El político, poeta y filósofo cubano José Martí, escribió en el prólogo de un libro: "Estos son tiempos de ira y extravío en que se ve a las muchedumbres que de antaño gozan y mandan en la tierra, ya alzando insensatas los puños cerrados (...) como suele iluminar la ira el cerebro, por ráfagas inquietas, como hilo de espadas suelto al viento, de luz insana y roja".

"Basta ya... se acabó! ¿A quién vas a culpar? Fuiste un devorador y un sacrificador dedicado". Ya todo lo que estaba al alcance del protagonista, que toleró la lluvia negra, sofocado por los calores de Hiroshima, que encontró su lugar privilegiado en el arca de monstruos y que finalmente comprobó que el futuro no es un reino del poder para los hijos del éxito.

¿Qué éxito, qué futuro, qué arca y qué monstruos? Basta, se acabó para él que toda vida fue un devorador curioso de cultura y otras causas. A nadie va a echarle la culpa ya, toda su vida se sacrificó por mantener viva la cultura rock en un mundo que al fin se acaba para su generación, con sus sueños, lluvias, vientos y promesas de futuro.