"¡Chinga tu madre, veinte años!", gritaron desde el escenario para dar inicio al show en el mítico Luna Park, que el sábado por la noche se colmó de insultos a la mexicana, pogos, crítica social, una insólita propuesta de casamiento, y sobre todo, mucho rock latino. La banda de 'Micky' Huidobro, 'Tito' Fuentes, 'Randy' Ebright y 'Paco' Ayala, mostró el amplio repertorio que produjeron durante estas dos décadas de deambular por todos los escenarios del continente.

Fieles a su estilo, no faltaron las críticas a los gobiernos. Cuando sonó 'Gimme Tha Power', hubo mención encubierta a la presidencia de Mauricio Macri, aunque sin nombrarlo. "Pinches gobiernos hay en Argentina, pinches gobiernos, ¡chinga tu madre!", dijo Micky. Y hubo un pequeño cambio en la letra, cuando pidieron que se sienta todo el "power argentino".

Y si de canciones de protesta se trata, tal vez 'Voto Latino' sea una de las más cantadas de la región. "Ustedes no habían nacido cuando hicimos este tema", le dijeron a un público joven, aunque más de uno de los presentes peinaba alguna que otra cana, como las que también tienen Micky o Ismael Fuentes. 

Como no podía ser de otra manera, 'Frijolero' fue para Donald Trump, el candidato republicano de la ultraderecha, que ha llamado a cerrar la frontera. "No me digas beaner/ Mr. puñetero/ te sacaré un susto/ por racista y culero / no me llames frijolero / pinche gringo puñetero", dice la letra de una canción que se editó en el 2003, pero que más que nunca reviste de gran actualidad. 

El momento más fuerte de la noche llegaría con 'Hit Me', (de verdad que Molotov está lleno de hits). Mientras tocaban el tema, las pantallas gigantes mostraron imágenes de las protestas por los 43 estudiantes desaparecidos de Ayotzinapa, en 2014. Es un hecho atroz de la historia reciente en materia de terrorismo de Estado. El público conmemoró el momento al grito de "el que no salta es militar", prueba de la unidad de lucha de los pueblos que, con gobierno diferentes, hemos tristemente vivido historias similares.

Quizás el relajo de los años, la seguridad de que ninguno de los presentes estaba yendo a juzgar el show, sino más bien a disfrutar de ver una banda que admiran, les permitió dejar un vacío escénico un poco extenso: todos los músicos abandonaron el escenario por más de diez minutos, sin previo aviso, para luego aparecer con un muchacho que portaba un anillo en la mano y estaba a punto de pedirle casamiento a su novia. 

Lo de las propuestas suele quedar simpático en un partido de baseball, o de basquet, ¿pero en un show de Molotov? Al menos fue inesperado para este cronista, y también para varios espectadores que comenzaron a corear "puto, puto, puto", los versos de la fuerte canción que poco tiene que ver con momentos románticos. Será para tema de otra columna, si el público rockero argentino es sensible a los casamientos en 2016. Recordemos ya pasó en Carajo y otros recitales este mismo año.

Para cerrar el show, y como no podía ser de otra manera, invitaron a subir a las chicas. No una, ni dos, ni cinco. Al menos veinticinco mujeres cruzaron la valla, se abrazaron con los artistas, se sacaron fotos y filmaron con los celulares, y alguna que otra peló una teta. De fondo y tapados por la ola femenina, ellos tocaban 'RastamanDita'. Para evitar alguna acusación oportuna, sobre todo en el cierre de una semana donde se marchó contra los femicidios el #MiércolesNegro, en las pantallas gigantes se leyó "Ni Una Menos", durante toda la canción. 

En definitiva, Molotov cerró una gran noche en el Luna, que hizo vibrar a los fanáticos y sorprendió a los que no tanto. Queda la ineludible sensación de que lo mejor de estos veinte años, estuvo en la primera década. Sin embargo, la sintonía que se respira entre los músicos, el disfrute con el que intercambian lugares en los instrumentos, los gritos y los saltos, dan a pensar que todavía a la banda mexicana seguirá enchilando el rock hispano. 

Foto home por Matías Bruno