Como siempre polémico, sagaz, irreverente. Andrés Calamaro, radicado en España, brindó una entrevista con el importante diario El Mundo donde comenzó hablando de los toros, como siempre. Pero lo hizo en el marco de sus trabajos a futuro.

"Estoy preparando un libro de 200 fotografías taurinas y un disco que vamos a grabar durante los próximos meses. Un disco de estudio Luego habrá otro en directo, pero ése lo voy a postergar. Después vamos a ensayar para una gira en Estados Unidos y luego otra en Sudamérica con el formato trío 'Licencia para cantar'"... ¿nada más? restaría preguntarle.

Pero, en medio de la noticia sobre su próximo trabajo discográfico -a pesar de tener un reciente disco- El Salmón fue consultado por su fanatismo por las corridas de toros y ésto contestó: "Bueno, de chico me llevaron a ver toros a México, es verdad. Pero empecé a ir con frecuencia con 30 años, cuando llegué acá. El mundo del toro me ofreció un respeto, una gratitud y una amistad, que son valores muy importantes".

Pero después se fue un poquito por las ramas: "No sé por qué se ataca este mundo taurino. Puede haber una conspiración de los fabricantes de comida para perros. A los animalistas les pido que abran bien los ojos. Mientras mucha gente se muere de hambre, se gastan miles de millones de dólares en alimentar perros y cortarles el pelo".

Y continuó: "Ésa es una industria que conviene... Es perverso, porque además el cariño que le depositamos a un perro es el que le restamos a nuestras propias familias en algunos casos". 

Por último, Calamaro habló de la relación con su hija que, ¿algo tendrá que ver con los perros?: "La veo poco a mi hija. Soy un padre peculiar... Siendo cantante, hago muchas giras, grabo discos y viajo mucho. La hija vive con la madre y yo estoy acá, pero el mes que viene nos vamos a ver. También hay toda una vida por delante para que descubra la clase de padre que tiene. Según vaya madurando, sabrá si le gusta o no".