Parece mentira que hayan pasado 30 años, y que muy pocas cosas hayan cambiado. La persecución al consumidor sólo ha producido más daño y jamás sirvió como herramienta para combatir el narcotráfico. Y es por eso, que este colectivo de jueces, fiscales y abogados lanzó la campaña #a30añosdeBazterrica, durante un debate en el Senado de la Nación, con el explícito pedido del fin para la criminalización de los consumidores y la sanción de una nueva política de drogas "respetuosa de los derechos humanos".

Mariano Fusero, abogado e integrante de la Asociación Pensamiento Penal, habló con Futurock y explicó que la intención es lograr "que no se criminalice a los consumidores de droga y que se respeten los fallos de la Corte, hablamos del caso Bazterrica y el fallo Arriola".

El juez Mario Juliano, titular de APP, dice que en el Poder Judicial “se ha constituido una fuerte corriente que está convencida y reclama un cambio de orientación de las políticas públicas de drogas” y que comparte la convicción de que “la sociedad está madura para afrontar un debate que modifique los paradigmas”.

“A pesar de la falta de estadísticas oficiales, diversos informes señalan que aproximadamente el 70% de las causas que tramitan ante el fuero Federal son producto de la actividad de las fuerzas de seguridad referidas a delitos de consumo y sólo un 3% se relacionan con delitos de tráfico”, explicita el informe que fue leído y debatido este lunes en el Senado, y de los cuales aportamos registros en video más arriba.

"Las principales víctimas de las políticas represivas han sido las personas que usan drogas prohibidas, al ser constantemente perseguidas y criminalizadas por la tipificación de delitos relacionados con el consumo, como ser la tenencia, el cultivo para consumo personal y el consumo con trascendencia pública", dice el texto.

El caso Bazterrica

El gobierno de Isabel Perón declaró la tenencia de estupefacientes como ilegal con la Ley 20.771, hasta 1986, donde la corte dicta la sentencia del caso Bazterrica: Gustavo Bazterrica acompañaba en los años 70 a Raúl Porchetto, pero más tarde pasó por bandas como La Máquina de Hacer Pájaros de Charly García, así como también participó en grupos de Luis Alberto Spinetta y, su momento más reconocido, junto a Los Abuelos de la Nada.

Al músico le hallaron 3,6 gramos de marihuana y 0,06 gramos de clorhidrato de cocaína en su domicilio, lo que le costó la pena de un año de prisión en suspenso, culpable del delito de tenencia de estupefacientes. A través de su defensa interpuso un recurso extraordinario para llegar al Máximo Tribunal, donde se declaró la inconstitucional del artículo que penalizaba la tenencia de drogas para uso personal al entender que estaba interfiriendo el artículo 19 de la Carta Magna, que protege las libertades individuales.

En 1989 se pisoteó aquella decisión y su jurisprudencia, con la sanción de la ley 23.737 aún vigente: la norma reafirma la penalización en el artículo 14, “la pena será de un mes a dos años de prisión cuando, por su escasa cantidad y demás circunstancias, surgiere inequívocamente que la tenencia es para uso personal”. Aquella recordada corte conformada a dedo por el menemismo, continuó el criterio penalizador en el caso “Montalvo” de 1990.