Ocurrió en Rusia, donde una mujer pasó varias horas jugando al Pokémon Go antes de dormir y al despertarse se dio cuenta de que una de las criaturas virtuales la estaba violando.

Según explicó, el pokémon desapareció cuando ella saltó de la cama. De todas maneras, al revisar su celular, todavía podía detectar la presencia del personaje en la habitación.

Cuando despertó a su marido para contarle lo que había ocurrido, éste no le creyó y le recomendó que vaya a un psiquiatra.

Por su parte, la policía tampoco le creyó y la mujer, que aseguraba que en su casa había tantos pokémon que hasta su perro podía sentirlos, finalmente decidió ir a un especialista.