Expertos de la Tomsk State University -TSU- de Rusia concluyeron que la extinción del rinoceronte gigante no fue hace 350.000 años, luego de hallar un cráneo de hace 29.000 años en la región de Pavlodar en Kazajistán, Asia Central, perteneciente a lo que se conoce como el Unicornio Siberiano.

El cráneo pertenecía a un ejemplar macho cuyas dimensiones “son las más grandes descritas en la literatura, y las proporciones son típicas”.

El paleontólogo de TSU, Andrey Shapanski, informó a través de un comunicado que “probablemente, el Sur de la Siberia Occidental fue un refugio donde este rinoceronte perseveró por más tiempo, en comparación con el resto de su rango. Hay otra posibilidad, de que pudo migrar y habitar un tiempo las zonas más al sur”.

El Elasmotherium sibiricum formaba parte de la familia de los rinocerontes con una altura de casi dos metros, un largo de 4.5 y un peso superior a las cuatro toneladas.

Aún cuando el animal no tiene una forma similar a las de las historias míticas, el cuerno sí salía de la frente y el largo de sus patas era mayor al rinoceronte actual.