El gato verde dio mucho que hablar en una ciudad de Bulgaria por su inusual y llamativo pelaje. En un principio los ciudadanos pensaron que trató de un acto de vandalismo, pero finalmente el misterio se reveló.

Y es que, después de varios días de investigación, se comprobó que el felino dormía en un garaje que estaba pintado con pintura verde sintética, lo que provocó que de a poco se vaya coloreando, convirtiéndolo en un fenómeno local.