Sus dificultades para hacer duraderas las relaciones con mujeres lo llevó a pensar cuál era su conexión más profunda, entonces Aaron Chervenak de 34 años y nacido en Los Ángeles, Estados Unidos, se dio cuenta de que estaba enamorado de su celular.

Chervenak viajó hasta Las Vegas en mayo para celebrar matrimonio con la pareja que estuvo a su lado más que ninguna otra: su smartphone.

"Si vamos a ser honestos, nos conectamos con nuestros teléfonos celulares en tantos niveles emocionales, lo miramos para calmarnos, para dormirnos", explica Chervenak. "Para mí de eso se trata una relación. De alguna manera,con mi smartphone tuve mi relación más larga", agrega.

Aunque el aparato no está legalmente reconocido por el estado de Nevada como un ente capaz de dar el sí, de todas maneras la extraña ceremonia es representativa de la realidad: una encuesta realizada por las Universidades de Wurzburgo, en Alemania, y Nottingham Trent, en el Reino Unido, puso estadísticas que asombran sobre la mesa.

La consultora Kaspersky Lab determinó que el 37,4% de los consultados respondió que su celular tenía un papel predominante en su vida social y en la relación con sus amigos.

Además, un 29,4% dijo que su teléfono era tan importante como sus padres, mientras que un 21,2% equiparó su "smartphone" a su pareja y un 16,7% lo consideró lo más importante de su vida.

"Lo que espero lograr con mi boda es que funcione como un gesto simbólico para mostrar lo preciado que se han vuelto nuestros teléfonos", concluye Chevernak.