Ocurrió en un centro comercial en la localidad china de Lishui, donde una de las pantallas principales comenzó a reproducir una película porno a la vista de una gran cantidad de clientes, incluidos varios menores, que se vieron sorprendidos por las imágenes.

Al parecer todo se trató de un error que duró nueve largos minutos, hasta que lograron sacar el film pornográfico.

De todas maneras ya era demasiado tarde, ya que los testigos lograron filmar y tomar fotos que luego compartieron en las redes sociales, haciendo caso omiso a la policía sobre no “difundir material indecente”. Las autoridades se encuentran investigando el caso.