Akbar Salubiro, de 25 años, salió de su casa en la región de Célebes Occidental, en Indonesia, el domingo por la noche para ir a trabajar en una cercana cosecha de palma, y al ver que no regresaba sus vecinos y amigos se comenzaron a movilizar para intentar encontrarlo.

Sin ir muy lejos, en el propio jardín trasero de la casa del joven, encontraron una serpiente pitón con un bulto de gran tamaño en su estómago. Un hombre utilizó un cuchillo para abrir la pitón al medio y descubrió el cuerpo sin vida de Akbar.

Un funcionario municipal, Salubiro Junaidi, señaló que tenía información de “gente que oyó gritos esa noche desde la arboleda de palmas”.

Por su parte, la esposa de Akbar, Munu, se enteró de la tragedia al ver las imágenes en los medios, ya que en ese momento no se encontraba en la casa.