Melo Hairapetian estaba trabajando mientras cortaba un árbol y su campera quedó atrapada en la sierra. Cuando tiró de la tela, la cuchilla giró y le amputó en segundos el dedo pulgar de su mano izquierda y el dedo meñique quedó colgando. 

Cuando lo trasladaron de urgencia, los médicos no pudieron salvar el dedo meñique ni tampoco volver a colocar el pulgar el seccionado ya que la articulación estaba dañada. 

Luego de las curaciones inmediatas, y el paso de los meses, Hairapetian sabía que no podía volver a trabajar con solo tres dedos en una de sus manos por lo que inició un plan B. 

"Necesitaba un pulgar. No puedes vivir con solo tres dedos en una mano. No puedes hacer nada. No puedes agarrar nada, no puedes cepillarte los dientes, echarte desodorante, abrocharte los botones", explicó Hairapetian y así decidió- tras numerosas consultas médicas- someterse a una operación extrema. 

"Es un procedimiento increíblemente complicado", aseguró Sonya Agnew, cirujana del centro médico de la Universidad Loyola, donde fue operado Hairapetian y donde- tras 16 horas- lograron colocarle uno de los dedos de su pie donde estaba el pulgar amputado. 

Durante la cirugía trabajaron en simultáneo dos médicos, Sonya Agnew y Sameer Puri:  uno en el pie del paciente y el otro en la mano, y así hicieron la espectacular transferencia.