Un agente de la policía noruega, perteneciente a la guardia de la isla de Utøya' -una pequeña tierra de 0,14 km² situada en el lago Tyrifjorden- fue fotogafiado cometiendo una verdadera falta para el rol que le toca: conducía la lancha de vigilancia sin el chaleco salvavidas reglamentario.

La fotografía apareció en un diario local, y para evitar el papelón, el oficial Arne Stavnes decidió multarse a sí mismo: pagó 500 coronas (53 euros) por la infracción.

Stavnes apareció en las páginas del periódico Verdens Gang (VG) haciendo su habitual recorrida en las aguas de Utoya: la isla es conocida por haber sido escenario de una masacre, a manos de un extremista, Anders Behring Breivik, que mató a 69 personas en 2011.

En las redes se quejaron por la actitud del vigilante, ya que los lectores entendieron como un doble estándar el control habitual y las multas que la fuerza exige cuando un ciudadano es encontrado en ausencia de chaleco salvavidas.

El dispositivo de seguridad es obligatorio según la ley noruega, en embarcaciones de más de 8 metros de eslora.

Según una encuesta publicada el año pasado, el 80% de los noruegos confían en su policía.