Se trata de Pheaktra Pov, de seis años, un nene proveniente de Camboya que nació con una pequeña fisura en la parte superior de su cabeza. Tras el parto, los médicos lo enviaron con su madre a su casa pensando que  la malformación se iba a ir cerrando.

Sin embargo, eso no fue lo que sucedió, sino más bien lo contrario. La fisura se fue ampliando y profundizando hasta tal punto de abrir su cabeza en dos.

La abuela de de Phektra, Thorn Hongm, se acerca todos los fin de semana al templo Angkor Wat, en Siem Reap, junto a su nieto, donde pide donaciones que le permitan encontrar un tratamiento médico.

"El padre de Phektra se fue antes de que naciera. Sólo estamos mi hija y yo para cuidarlo. Los médicos dicen que no saben qué causó esto y que no hay nada que puedan hacer", señaló la abuela del niño.

Si bien existen organizaciones de caridad que le brindan medicina gratuita a Phektra para prevenir sus convulsiones, hasta el momento no han encontrado ningún tratamiento para evitar la profundización de la fisura en su cabeza. "Rezamos cada día para que aparezca alguien en algún lugar del mundo que sepa cómo curar esto", dijo la abuela.