La cruza aparente entre un elefante y un chancho, al que llamaron ‘chanchofante’, apareció muerto en un campo de producción porcina en Pergamino. Los productores rurales de la zona acusaron a los agrotóxicos que se utilizan en fumigaciones irregulares por estas malformaciones del extraño animal, parido por una cerda.

Tras lo sucedido, el ministro de Agroindustria de la Provincia de Buenos Aires, Leonardo Sarquís, firmó una resolución que restringe la utilización en todo el territorio provincial del herbicida ácido 2,4-D, en sus formulaciones ésteres butílicos e isobutílicos, durante el período comprendido entre el 1 de octubre y el 31 de marzo de cada campaña productiva. La restricción abarca cualquier modalidad de aplicación: aérea, terrestre o manual.

La medida comenzará a regir a partir del 1 de octubre de 2017, pero antes habrá un período de formación para que los productores comprendan los efectos de estos herbicidas. Según explicó el responsable del ministerio, se trata de una decisión que pretende “generar las condiciones necesarias para que la producción sea más sustentable”.

Si bien la ciudad de Pergamino cuenta con una Ordenanza Municipal -la 8126/14- que pretende regular las aplicaciones de fitosanitarios o plaguicidas, los vecinos denuncian que el registro de aplicadores está incompleto y los controles municipales son deficientes.

La mujer que encontró al ‘chanchofante’, que trabaja en la producción porcina en Pergamino, aseguró ante los medios locales que un avión rojo descarga un tipo de agrotóxico sobre los campos que causa malformaciones e intoxicaciones letales a la población animal. "Después de su último paso, la huerta del vecino se secó completamente y los ocho lechones nacieron muertos y malformados", relató. En relación directa al chancho con trompa de elefante, denunció al producto empleado en la última fumigación -el 2,4-D que fue prohibido por las autoridades- como el causante de esta mutación genética.