Jaimie Ayer, de 40 años, es acusada por el Tribunal de Florida, en Estados Unidos, de tener sexo con cinco adolescentes durante una fiesta organizada por su hija en su casa, ubicada en Bradenton, unos días antes de Navidad.

Según informó la policía, la mujer llevó a una de sus víctimas -de 16 años- al baño con el argumento de que el joven necesitaba ayuda para bañarse, momento en que le practicó sexo oral. Minutos más tarde, Jaimie se llevó a otro chico -de 17- a su cuarto para tener relaciones sexuales.

Después de la primera denuncia, la policía recibió otra más detallando que había tenido sexo con otros tres menores de edad en la fiesta, y que incluso algunos de los actos fueron presenciados por su propia hija.

Además de los abusos sexuales, la estadounidense fue acusada de facilitarles alcohol a los adolescentes.