La familia de María de Jesús habían declarado que el cadáver de la mujer tenía la nariz rota, varias heridas  y cortes en la cara, lo que les hizo sospechar que podría haber sido maltratado durante su permanencia en la morgue del hospital White Memorial Medical Center, ya que había sido entregado al personal médico sin ninguna marca.


A partir de entonces, iniciaron la denuncia por negligencia, pero poco antes de iniciar el juicio, el abogado de la familia retiró la demanda para abrir un nuevo proceso en el que acusaba al centro médico de haber dado por muerta a la anciana de forma errónea y haberla congelado con vida.


"Las heridas no pudieron producirse postmortem", dijeron expertos a los que recurrieron los familiares, según publicó el Mundo.es.


"Solo hay una explicación razonable: la señora Arroyo estaba viva cuando fue introducida en la cámara refrigerada", ha añadido el especialista. Manion ha concluido su testimonio alegando que "seguramente María padeciese un gran sufrimiento y angustia en sus últimos momentos".


El abogado del hospital White Memorial, Richard J. Ryan, ha declarado que "según la investigación, los alegatos de la familia Arroyo no podrán ser demostrados".


El tribunal de apelación del segundo distrito de Los Ángeles ha declarado que el caso ha sido reabierto al considerar que la familia no sabía que el cuerpo de María podría haber sido congelado en vida cuando se presentó la primera denuncia, ya que esta versión cogió fuerza después de haber escuchado la opinión de varios expertos.


"Los demandantes no tenían razones para sospechar que la difunta estaba viva cuando dejaron el cuerpo en el depósito de cadáveres y cuando se produjeron las lesiones que descubrieron durante el funeral", comunicaron  los jueces que  decidieron reabrir el caso.