Un joven en la ciudad peruana de Cusco mantiene una "conversación" con una muñeca a la que, previamente, le quitaron las pilas y le colocaron el interruptor en la posición de apagado. Sin embargo, el juguete sigue hablando pero no sólo con lo que ya decía sino que, además, comenzó a decir: "¿Dónde estoy?", "¿por qué me he muerto?", "mi amigo me hace caso".