Seis personas murieron en Nochixtlán, en el sureño estado mexicano de Oaxaca, en medio de la represión ejercida por policías federales y estatales contra manifestantes de la Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación (CNTE), que protestan contra una reforma educativa.

Además, otras dos personas, incluyendo un reportero, murieron baleados en Juchitán, otra localidad donde el fin de semana se registraron bloqueos y manifestaciones en Oaxaca, uno de los estados más pobres de México y con mayoría de población indígena.

El periodista Elidio Ramos Ramos, del diario El Sur, fue asesinado en el cruce vial de acceso a ese municipio, en la región del Istmo de Tehuantepec, mientras cubría los disturbios y bloqueos que mantienen en esta localidad los profesores de la Sección 22 de la CNTE.