Nelson y Joyce Coniglio, un matrimonio de jubilados residente en Tampa, Florida, soportó más de 700 llamados de parte de un contestador automático programado por el departamento de cobranzas del Bank of America, pero semejante acoso los hizo acreedores de una indemnización de un millón de dólares esta semana.

"Nos trataron muy mal. No hay otra forma de verlo", expresó Nelson. La pareja se había retrasado con el pago de su hipoteca, lo que disparó una campaña de acoso telefónico por parte del banco, una actitud inaceptable y que está penalizada por la Ley de Protección Telefónica del Consumidor, algo así como la versión estadounidense del Registro No Llame argentino.


Por eso, los Coniglio contrataron a un abogado, David Mitchell, que presentó un recurso legal para que "desistan" en su campaña de acoso telefónico. "Si yo hiciera lo que hizo el Bank of America, probablemente estaría tras las rejas", reforzó Joyce.


La Justicia le dio la razón a los Coniglio y ahora el Bank of America tendrá que buscar otro modo de intimarlos a que paguen las cuotas de su hipoteca. Pero seguro que ya no se van a retrasar porque ya tienen cómo pagar.