El presidente de Turquía, Recep Tayyip Erdogan, sigue buscando apoyos políticos tras el fallido golpe de Estado y continúa con la purga de adversarios aunque no sin diferencias al interior de su país. 

Para este lunes, Erdogan convocó a los partidos políticos de la oposición en Ankara aunque no incluyó al  Partido Democrático de los Pueblos (HDP), prokurdo,  generando fuertes críticas partidarias. 

Además se emitieron órdenes de arresto contra 42 periodistas por su presunta relación con el fallido levantamiento militar del 15 de julio. Mientras que Amnistía Internacional (AI) asegura que "hay pruebas creíbles" de abusos y del uso de tortura en Turquía después de que esta suspendiera  temporalmente la Convención Europea de Derechos Humanos, generando la incomodidad de la Unión Europea. 

En un comunicado a la prensa de AI se señaló que los detenidos en las purgas solicitadas por Erdogan están sufriendo "golpes y torturas, incluidas violaciones, en centros oficiales y no oficiales en todo el país". 

El director de la organización no gubernamental para Europa, John Dalhuisen,  le urgió a Erdogan a  "no abusar del estado de emergencia pisoteando los derechos de los detenidos" y recordó que "la prohibición de la tortura es absoluta y no puede quedar nunca comprometida o suspendida".

Además de miembros claves del ejército ya son más  de 60.000 personas de diferentes estamentos de la administración, policías, jueces y profesores los que han caído en la gran purga del Gobierno turco.