Donald Trump revocó una normativa proclamada por su antecesor, Barack Obama, que permitía a los alumnos transgénero hacer uso de los baños y los vestuarios de sus escuelas de acuerdo al género con el que se identifiquen.

Congresistas del Partido Demócrata como así también varias organizaciones sociales, entre ellas Human Rights Campaign- que impulsó la legalización del matrimonio igualitario- criticaron la decisión del mandatario y la calificaron como "vergonzosa". 

La noticia llegó a las escuelas a través de un comunicado de los Departamentos de Justicia y Educación justificando la medida porque la decisión de Obama había"generado confusión y diversos litigios" y que lo que se busca es que los estudiantes puedan "aprender y prosperar en un ambiente seguro".


El fiscal general, Jeff Sessions, argumentó que el acceso de los estudiantes a ciertas instalaciones de acuerdo a su identidad de género deben ser decidido en cada distrito escolares y por los gobiernos locales y no por el Gobierno federal. Un planteo que está en sintonía con las críticas de gobernadores republicanos al por entonces presidente Barack Obama que "había intervenido en sus jurisdicciones". 

"Retirar la histórica norma del Gobierno de Obama para proteger a los estudiantes transexuales es un duro golpe para un grupo de jóvenes ya vulnerable de por sí", consideró la líder de la minoría de la Cámara de Representantes, Nancy Pelosi,  quien argumentó que es una cuestión de "igualdad para todos" y no de la autonomía de los estados frente al Gobierno federal.