En 10 días de mandato, el presidente de Estados Unidos Donald Trump ya cuenta con su primer funcionario despedido: se trata de la fiscal general interina Sally Yates, a quien echó por haber rechazado el controvertido decreto contra la inmigración.

"La fiscal general interina, Sally Yates, ha traicionado al Departamento de Justicia al negarse a hacer cumplir una orden legal diseñada para proteger a los ciudadanos de Estados Unidos", señaló la Casa Blanca, de acuerdo con Infobae.

Trump despidió a la fiscal que rechazó el polémico decreto contra la inmigración

La funcionaria, que había sido designada en la era de Barack Obama, había ordenado a los abogados del Departamento de Justicia no defender la medida en los tribunales, ya que había reconocido no estar “convencida” de que la orden ejecutiva de Trump sea “legal”.

"El presidente Trump relevó a Yates de sus funciones y designó a Dana Boente, fiscal del distrito este de Virginia, para servir como fiscal general interino hasta que el senador Jeff Sessions sea confirmado por el Senado", añadió el comunicado.

El nuevo fiscal general Boente prometió defender el decreto de Trump, el que dijo que era "legal tanto de forma como de contenido", por lo que rescindió las directivas de Yates e instruyó a sus subordinados "a cumplir con su obligación y defender el decreto".