Río de Janeiro, Sao Paulo y Brasilia festejaron al estilo brasileño los primeros momentos de este nuevo año.

En Río el show de fuegos artificiales enloqueció a las dos millones de personas que se juntaron en la playa de Copacabana, celebrando con ritmo de samba.

Según manda la tradición, una multitud vestida de blanco acudió el último día del año a las playas para arrojar flores al mar y saltar las siete olas en honor al 'orishá', divinidad de los mares en las religiones de origen africano.