"Es un calvario, no para", se lamentó ante la prensa el alcalde del pueblo de Ussita, Marco Rinaldi, al referirse a la réplica de 4,7 de magnitud que volvió a sacudir la zona azotada el domingo pasado por un terremoto.

Como se sabe, ese día un fuerte temblor de magnitud 6,6 se registraba en el centro de Italia, con epicentro ubicado a 6 kilómetros al norte de la pequeña ciudad de Norcia, entre las regiones de Marche y Umbría, sin que se registraran víctimas fatales pero sí varios heridos. Era el más fuerte terrremoto desde 1980.

También el alcalde de Castelsantangelo sul Nera, Mauro Falcucin, informó de nuevos daños con la nueva réplica de este martes: "Todo se viene abajo. Y lo que no se ha derrumbado, no es estable. El pueblo parece arrasado", señaló.