Muchos menores sirios refugiados en Turquía trabajan cosiendo ropa para grandes marcas occidentales y, según indicó una investigación llevada a cabo por el programa "Panorama" de la BBC, lo hacen en condiciones ilegales e inhumanas.  

Todas las marcas involucradas negaron responsabilidad y se desligaron de la denuncia de explotación de refugiados y menores. Aunque la recopilación de testimonios pone a las empresas en una difícil situación legal y de condena social. 

"Si algo le pasa a un sirio, se deshacen de él como un pedazo de tela", indicó uno de los trabajadores explotados- sin revelar su identidad- a Panorama. Estas personas ganan un poco más de US$1 por hora, cifra que está muy por debajo del salario mínimo en Turquía además de trabajar en condiciones no aptas. 

"No es suficiente decir que no saben nada al respecto y negar las faltas", planteó Danielle McMullan, del Centro de Derechos Humanos y Negocios de Londres, una organización que investiga casos de explotación laboral en alrededor de 6.000 compañías del mundo. 

Fuente: BBC