Si bien es evidente que queda mucho por hacer, en un país que todavía prohíbe que las mujeres conduzcan automóviles o puedan mecerse en una hamaca de una plaza pública -para no incitar el deseo masculino- se trata de un paso trascendental.

Siguiendo la orden del rey Abdulá –que gobernó entre 2005 y enero de este año, en que falleció- las mujeres comenzarán a tener derecho al voto en el reino.

El actual rey Salman anticipó que no solo respetará el deseo de su antecesor, sino que será ya en las próximas elecciones municipales de finales de este año. Además aceptó que las mujeres podrán ser también candidatas.

El registro de votantes, que durará 21 días, comenzó en las dos ciudades sagradas el domingo, una semana antes que en el resto del país.

El coordinador de las elecciones en La Meca, Ihab al Rifaie, ha explicado que la baja cifra de mujeres inscritas, de momento, se debe a que el domingo fue el primer día de registro, pero que se espera que aumente, según informó Al Arabiya.

El año pasado cuatro mujeres lograron permiso para convertirse en las primeras autorizadas a ejercer la abogacía –otra iniciativa del rey Abdulá- aún el camino es largo y difícil, para las que consideran la igualdad de derechos más allá del género.

Recién en 2014 también, a las mujeres les fue permitido concurrir a gimnasios o clubes deportivos, e incluso se permitió que las escuelas femeninas comenzaran a incluir la asignatura de gimnasia.

Las mujeres no pueden conducir automóviles, ni viajar fuera del país sin un varón de la familia o tutor, e incluso recién este año se les permitió alojarse en un hotel sin autorización firmada del jefe de familia.

En enero del año pasado, la Comisión para la Promoción de la Virtud y Prevención del Vicio, prohibió a las mujeres usar las hamacas de las plazas públicas, por considerar que el balanceo alienta a los hombres “a acosar o llevar a cabo abusos sexuales.