En un nuevo capítulo para la violencia racial que sigue vigente en la historia estadounidense, la policía del estado de Oklahoma reconoció un nuevo crimen asociado al gatillo fácil.

Las imágenes difundidas muestran cómo asesinaron a Terence Crutcher, un hombre negro de 40 años a quien se le averió su vehículo en una carretera de ese estado y que fue increpado por la policía, aún estando desarmado. 

Una de los uniformadas,  Betty Shelby, terminó disparándole sin  mayores explicaciones cuando Terence intentaba sacar los papeles del auto tal y cómo le habían solicitado. El jefe de la Policía de Tulsa,  Chuck Jordan, calificó en rueda de prensa como "muy preocupante" el suceso ocurrido el último viernes. 

Según el recuento del diario The Washington Post, 171 negros han muerto a manos de la policía en lo que va de año. La agente Shelby y otro de los policías implicados fueron suspendidos pero siguen cobrando su sueldo - una práctica habitual en estos casos - hasta que concluya la investigación.