Esta aberrante práctica está prohibida en Egipto desde hace ocho años, sin embargo la población rural continúa practicándola de forma ilegal. Incluso ese país lidera la clasificación mundial de víctimas de ablación.

La Organización Mundial de la Salud la catalogó como mutilación genital femenina y se describe como la eliminación parcial o total de tejido de los órganos genitales femeninos, particularmente del clítoris, con objeto de eliminar el placer sexual en las mujeres.

El caso de Mayar Mohamed recibió una ola de repudios desde las autoridades sanitarias locales hasta Naciones Unidas ya que la joven falleció producto de una hemorragia tras la extirpación de su órgano sexual.

El pasado fin de semana los padres de la mujer la internaron en un hospital privado de la ciudad egipcia de Suez, a 120 kilómetros de El Cairo, para que le practicaran de forma ilegal la ablación de su clítoris

Sin embargo todo se complicó cuando padeció una severa hemorragia durante la intervención que la llevó hasta su muerte. Su hermana gemela, quien padeció la misma operación, sobrevivió al martirio.

Incluso su madre solicitó a las autoridades permiso para enterrar a su hija alegando que había sido sometida a una extirpación de las adenoides pero fue el inspector de sanidad local quien desestimó la solicitud al descubrir que la muchacha había sido víctima de mutilación genital.

La clínica en la que se llevó a cabo la intervención ya fue clausurada y tanto el médico responsable de la operación como la cúpula directiva del hospital están siendo investigados por homicidio.

La ONU informó su "profundo pesar por las informaciones recientes sobre la trágica muerte (ayer) de la niña Mayar Mohamed Musa, en la provincia egipcia de Suez, tras ser sometida a la ablación genital".

Y agregaron que "todavía queda un largo camino para acabar con esta práctica peligrosa que contradice los derechos de la mujer y de las niñas, y que puede tener consecuencias físicas, psicológicas e incluso puede llegar a causar la muerte".