Samba, alegría, trajes, colores y también compromiso político. Así lo demostraron quienes participaron de “Bloco (comparsas) de Carnaval Ladrón de Corazón”, el pasado miércoles en el carnaval de Río de Janeiro, en Brasil. 

El "ladrón de corazón" no es otro más que el exmandatario Luiz Inácio Lula da Silva que, a pesar de haber sido condenado- en lo que se considera otra maniobra política de la oposición, como ocurrió con Rousseff-  en segunda instancia a 12 años y un mes de prisión por corrupción pasiva y lavado de dinero en el marco de la causa Lava Jato, sigue siendo el candidato número uno para las próximas presidenciales. 

Y es que la falta de pruebas en el juicio hizo que gran parte de la sociedad de Brasil mantenga su apoyo al candidato popular que deberá sortear el nuevo escollo de la condena para poder participar de las elecciones. La última palabra ahora la Justicia Electoral, en agosto de este año, que deberá decidir si Lula puede ser candidato.