"Está estable y no ha precisado ninguna reanimación específica", comunicó a la prensa el jefe del servicio de neonatología del hospital Vall d'Hebron de Barcelona, Félix Castillo en donde nació el niño con hidrocefalia producto del virus del zika. 

La madre, una ciudadana española, se infectó con  zika y dengue durante un viaje a América Latina mientras estaba gestando al pequeño. El pediatra que atiende el caso señaló que el bebé "Está monitorizado pero no ha precisado soporte respiratorio". 

 "La evolución del paciente estará determinada por la falta de crecimiento de este cerebro. Si lo miramos ahora, de forma precoz, el paciente está activo, respira, no necesita soporte y las constantes son normales. No tiene apariencia de gravedad en cuanto a riesgo por su vida", puntualizó Castillo.

Los padres del pequeño decidieron continuar con el embarazo cuando fueron informados de las malformaciones en el feto a las 20 semanas de gestación. 

¿Qué es la microcefalia?

Se trata de una anomalía por la que el cráneo no termina de desarrollarse correctamente y que generalmente va a acompañado de una atrofia cerebral dada la falta de espacio. 

Si bien los casos difieren una característica común es que a medida que se va desarrollando el tamaño reducido de la cabeza comienza a ser más notorio.  La microcefalia altera las capacidades de la persona y no existe cirugía reparadora hasta el momento. Aproximadamente solo el 15% de los pacientes con microcefalia desarrollan una inteligencia dentro de los parámetros de lo habitual aunque su expectativa de vida es reducida. 

La enfermedad por el virus de Zika es leve y la mayoría de las personas infectadas no presentan síntomas aunque existe consenso científico, basado en un número creciente de estudios preliminares, de que el virus de Zika es causa tanto de la microcefalia como del síndrome de Guillain-Barré, un trastorno neurológico que puede causar parálisis y en algunos casos es mortal.

Fuente: El País/OMS