“Estamos abriendo 34 oportunidades de concesiones en área de puertos, aeropuertos, carreteras, ferrovías, energía, petróleo, gas (...) Con esto estamos abriendo y universalizando el mercado brasilero, en la convicción de que para combatir el desempleo y hacer que el país crezca es necesario incentivar la industria, los servicios, el agronegocio, además de restablecer la confianza, porque se dio un momento en que se perdió la confianza en el país”, afirmó Michel Temer a la hora de justificar las privatizaciones estratégicas para su nuevo plan de gobierno que se aleja de lo planteado por Dilma Rousseff. 

Los aeropuertos de Florianópolis, Salvador, Fortaleza y Porto Alegre entran en el paquete de privatizaciones que si bien estaban contemplados por la exmandataria enjuiciada, hay diferencias ya que Temer no exige que los adjudicatarios de las licitaciones tengan como socia en la operación a Infraero, administradora estatal de los aeropuertos. 

También está a la venta parte de los activos de la estatal de energía eléctrica, Eletrobrás y se prevé discutir la próxima semana en la Cámara Baja un proyecto de reforma a la ley de explotación petrolera además de retirar la obligatoriedad de que Petrobrás  sea operador con al menos 30 por ciento de participación en los campos de pre-sal.