El hallazgo se dio en la comunidad de Arbolillo, municipio de Alvarado, del estado mexicano de Veracruz, donde al menos 47 cráneos fueron retirados por las fuerzas de seguridad.

Se trata de otra de las tantas fosas comunes encontradas en el país que tiene grandes problemas con el narcotráfico y las organizaciones criminales, a quienes se le adjudican la creación de esta especie de cementerios clandestinos.

Alvarado se encuentra cerca de las costas del Golfo de México, a 20 kilómetros del Puerto de Veracruz, donde en septiembre de 2016 fue descubierta otra megafosa de la cual ya fueron extraídos 250 cráneos y más de mil restos humanos.

Durante la gestión en Veracruz del gobernador Javier Duarte (2010-2016), funcionario que se encuentra prófugo de la justicia, se denunció la desaparición de 5.785 personas, de las que 2.340 siguen sin ser localizadas.

En el nuevo cementerio ilegal de Alvarado las autoridades encontraron ocho fosas en una superficie de 120 metros cuadrados, donde peritos iniciaron excavaciones y la exhumación de los restos.

Luego de las investigaciones se constató que, entre los restos, figuran los de tres integrantes de una familia originaria de Querétaro, cuya desaparición fue denunciada en septiembre de 2016, y los de Baruch García e Isaías Jácome, ambos desaparecidos en septiembre pasado.