El presidente Nicolás Maduro contraatacó horas antes de que se iniciara la huelga general programada por la oposición en Venezuela y anunció que "El salario mínimo y las pensiones pasarán de 22.576 bolívares a 27.091"; lo que implica un incremento del 40 %. 

Sin embargo, desde la Mesa de la Unidad Democrática (MUD) ratificaron el paro y movilizaciones aunque plantearon: “El llamado es para el pueblo a dejar las calles y puestos de trabajo vacíos. Esto no es un paro patronal o comercial, es un paro de todos”. Aunque Diosdado Cabello, el jefe militar de la revolución, insistió en que los trabajadores tomen las fábricas y empresas que no trabajen.

Jesús Torrealba, secretario ejecutivo de la MUD, señaló que la oposición acudirá a la reunión de diálogo- con intervención de la Iglesia-  convocada en Margarita para el próximo domingo, aunque no dijo si se reunirán con el gobierno o solo con los acompañantes del proceso.

Desde la oposición destacaron que el cese de actividades busca presionar al Gobierno para que "acate la Constitución y respete el derecho a elegir"; para ello pidieron a los venezolanos que no salgan de sus casas. El diputado Enrique Márquez, presidente de Un Nuevo Tiempo, indicó: “Nuestra intención no es parar los servicios básicos, pero sí detener las actividades ciudadanas como parte de un derecho y de la lucha por la restitución del hilo constitucional”.