Los ingleses están preocupados porque el verdugo pueda ser británico
David Cameron se mostró inquieto ante la posibilidad de que el asesino de James Foley pueda ser inglés. Y aseguró que cada vez hay más británicos en organizaciones yihadistas que son una amenaza para su nación.
Luego del video que se dio a conocer en innumerables medios mundiales, en el que se muestra el asesinato del periodista norteamericano James Foley en manos de los yihadistas, la alerta sobre la identidad del verdugo se disparó en Europa.
Desde Inglaterra mostraron su preocupación por el verdugo que tiene un marcado acento inglés de Londres o del sur de Inglaterra. David Cameron decidió interrumpir sus vacaciones para reunirse con expertos del Ministerio del Interior.
“Esto es profundamente preocupante, pero sabemos que muchos ciudadanos británicos han viajado a Irak y Siria para formar parte del extremismo y de la violencia”, dijo el primer ministro en una breve declaración tras el gabinete de crisis. “Ahora lo que debemos hacer es redoblar nuestros esfuerzos para impedir que sigan yendo”.
Según el diario londinense The Guardian, se trataría de un hombre de Londres al que se identifica como John, está al frente de tres yihadistas británicos que se encargan de vigilar extranjeros secuestrados en la plaza fuerte islamista de Raqa. Scotland Yard advirtió que compartir el video o verlo puede considerarse un delito de acuerdo con la actual legislación antiterrorista de Reino Unido.
Se estima que en estos momentos hay unos 500 británicos reclutados por la yihad en Irak y Siria. Y son ya cerca de 70 los sospechosos de actividades terroristas relacionadas con la yihad detenidos en Reino Unido.
El ministro de Exteriores, Philip Hammond, señaló que “Muchas de esas personas pueden intentar en algún momento volver a Reino Unido y convertirse en un peligro directo para nuestra seguridad interna”.
Por otro lado, el presidente de Estados Unidos Barack Obama se refirió a las amenazas puntuales que recibió por parte del verdugo y se mostró "consternado" y que ningún tipo de religión puede "justificar el asesinato de un inocente". Desde el 8 de agosto, Estados Unidos lanzó casi 90 bombardeos en Irak, aunque no está claro cuántos civiles o milicianos murieron.