A sus 105 años, la que fuera secretaria de Joseph Goebbels, Brunhilde Pomse asegura que "no se considera culpable" ni cómplice de lo ocurrido durante el nazismo. 

La mujer pasó tres años en el Ministerio para la Ilustración Pública y la Propaganda y cumplía órdenes directas del propio Goebbels; ahora es la protagonista de 'Ein deutsches Leben' ('Una vida alemana') que se estrenó el último mes de junio en el Festival de Cine de Múnich.

"No rompo mi silencio para limpiar mi conciencia", aseguró la anciana en una entrevista al diario británico 'The Guardian' y reflexionó: "Ver la película es importante para mí, porque puedo reconocer ante el espejo todo lo que hice mal" aunque insistió que "lo que hice no fue más que trabajar en la oficina de Goebbels".

"No era una ávida nazi. Sencillamente no le importó y miró para otro lado. Esa es su culpa", afirmó uno de los cuatro directores de la cinta, Florian Weigensamer, a 'The New York Times' con un film con el que pretenden- en este momento tumultuoso de Europa con la inmigración-  recordar  la "capacidad de complacencia y de negación del ser humano" como ocurrió ante el nazismo. 

Pomsel aseguró que era  "apolítica" aunque  tuvo que afiliarse al Partido Nacionalsocialista Obrero Alemán. "¿Por qué no? Todo el mundo lo hacía". Sobre los campos de concentración señaló que creía , en ese entonces, que "no se quería que la gente fuera a la cárcel de forma inmediata, así que se llevaba a los campos de concentración para ser reeducada".

"Todo era secreto, así que nos lo tragamos. Era totalmente creíble", planteó Pomse y relató que estuvo cinco años en una prisión soviética al terminar la Segunda Guerra Mundial siendo tratada muy mal "sin haber hecho nada". 

Y aseguró: "No me considero culpable a no ser que se culpe a todos los alemanes por hacer posible que aquel gobierno llegara al poder" para terminar reflexionando: "No hay justicia, no hay dios. Pero lo que está claro es que el diablo existe".