Luego de la accidentada convención republicana en Cleveland, Ohio, en la que se coronó la fórmula Donald Trump- Mike Pence para la carrera presidencial en noviembre; ahora llegó el turno de los demócratas en Filadelfia y el escándalo volvió a estar presente. 

En este caso no se trató de una marcha contra el racismo, la xenofobia o la discriminación sino que se trata de una filtración del mails del propio Partido en el que se dio a conocer cómo beneficiaron a Hillary Clinton saboteando al resto de los candidatos, en especial a Bernie Sanders. 

Miles de mails fueron divulgados el último viernes en los que puede leerse cómo  funcionarios del Comité Nacional Demócrata buscaban beneficiar a Clinton mientras  se burlaban de Sanders y sus seguidores; sin tomar una postura de unidad o imparcialidad ante el desarrollo de las primarias. 

Debbie Wasserman Schultz, la presidenta del Partido demócrata, quedó visiblemente involucrada e incluso Sanders la había acusado de imparcialidad con los candidatos. La mujer decidió que renunciará a su puesto luego de que finalice la Convención con ánimos de descomprimir la situación.  

 “Ellos decían que eran neutrales, y nosotros sabíamos que no lo eran. Ahora tenemos la evidencia de que buscaban plantar historias negativas sobre Sanders. Los electores están furiosos, y tienen razón”, exclamó Jeff Weaver Jefe de campaña de Bernie Sanders que hablará hoy en la Convención junto con Michelle Obama.