El personal de la Casa Blanca, en Washington, trabaja contra reloj para dejar todo listo con el cambio de presidente. Desde los detalles más personales como "qué flores le gustan más a la nueva Primera Dama" hasta otras cuestiones de tipo operativo y nuevos requisitos del republicano. 

Durante toda la noche del jueves y madrugada del viernes, las luces de la emblemática casa no se apagaron nunca, informó The Washington Post,  mientras se realizaba una frenética mudanza de todo lo que pertenecía a la administración de Barack Obama.