El número de votos por el "No" (61%) sorprendió hasta al propio gobierno griego, dándole  la razón al primer ministro Alexis Tsipras, para quien los acreedores del país estaban tratando de "asfixiar" la economía griega.

En las próximas 48 horas, Merkel se enfrentará al desafío de  si es capaz de mantener la eurozona unida. Merkel viajó a París  para participar en una cena con el presidente de Francia, Francois Hollande aunque cada vez son más notorias las diferencias con entre ellos.

Mientras Hollande subrayó: "Necesitamos ser claros, la hora para un acuerdo es ahora", Merkel insistió  "Un buen europeo no es aquel que busca un acuerdo a cualquier precio". Por su parte, los italianos están presionando para que los diálogos se reestablezcan.

Si Merkel accede a entrar en negociaciones con el gobierno griego por un nuevo acuerdo de rescate, necesitará de la aprobación del parlamento.

En Alemania la confianza en el líder griego no se mantiene y son muchos los parlamentarios que buscan expulsar a Grecia de la eurozona, a diferencia del deseo de Merkel.

Luego de la reunión en París se prevé que mañana martes se celebre un encuentro de emergencia de los líderes de la eurozona en Bruselas.

El próximo 20 de julio, Grecia tendrá que pagarle al Banco Central Europeo 3.000 millones de euros, unos US$3.300 millones. Si entra en default, el Banco Central retirará toda financiación a los bancos griegos.

Fuente BBC