Varios plazas y parques de la capital francesa debieron ser cerrados al público debido a una extraordinaria proliferación de ratas que, según se informa, se alimentan de los desechos que dejan los millones de turistas que visitan la llamada Ciudad Luz.

Así lo informa la revista 'Le Parisien', dando cuenta de que exterminadores profesionales no pueden recordar infestaciones tan masivas como las actuales, ni se han visto tan impotentes para frenar siquiera la plaga.

El viernes, el Ayuntamiento abrió uno de los parques cerrados, la plaza de la Tour Saint-Jacques, a una cuadra del Sena, para mostrar a periodistas su nueva campaña antiratas.

Antes del cierre del parque, en noviembre, las ratas que buscaban comida colgaban de botes de basura y regularmente corrían por el área de niños, creando pánico, lo que empeoró a partir de los alimentos que parisinos y turistas dejan para las palomas.