En conversación vía Skype desde París, Ingrid Betancourt habló con el diario EL PAÍS y señaló las emociones encontradas que tiene al saber que finalmente se llegará a la paz tras más de 52 años de guerra interna en su país. 

"La Colombia que va a surgir después de un sí al plebiscito, que es lo que pienso que va a ocurrir, aprenderá a ser tolerante en términos políticos y sociales y a entender la justicia como una función reparativa y constructiva, no como un instrumento de venganza", planteó la excandidata presidencial que fue secuestrada por la guerrilla y admitió: "Cuando se inició la negociación yo no tenía muchas expectativas. Escuchaba a las FARC y era muy escéptica. Al final del camino me he quedado sorprendida de la transformación de las dos partes". 

Por otro lado, se sinceró: "Yo he perdonado en la medida de la racionalidad con la que puedo manejar el perdón. Emocionalmente todavía tengo sentimientos difíciles de administrar, sobre todo en cuanto veo el sufrimiento de mis hijos. Mi ausencia de casi siete años en sus vidas ha dejado un dolor y ese dolor me duele". 

Y analizó: "Cuando uno ve al pueblo de las FARC, a esos muchachos, ve al campesinado colombiano con ganas de tener derecho a vivir decentemente. Las FARC van a entrar en una arena política difícil. Van a tener que estar unidos, no dejarse contaminar por prácticas de corrupción que ellos han condenado pero de las que han tomado parte al haber usado la corrupción como mecanismo de supervivencia". 

Finalmente Betancourt planteó: "Ahora, hay una parte de la población colombiana que vive de la guerra, que ha hecho su fortuna y su poder político a través de la guerra. Si uno mira Colombia desde afuera lo que sorprende no es que se firme la paz y gane el plebiscito, lo que sorprende es que haya gente todavía pensando que vale la pena votar no a un plebiscito que nos ofrece la paz". 

Fuente: El País