El Monte Ontake, el segundo volcán más alto de Japón con 3.067 metros de altura y ubicado a unos 100 kilómetros de la ciudad de Nagoya, comenzó a expulsar humo y cenizas cerca del mediodía del sábado, del sábado.

En el momento de la erupción, centenares de personas se hallaban en el lugar practicando senderismo, y centenares pudieron ser evacuados con la intervención de un helicóptero de las Fuerzas de Autodefensa de Japón.

Este lunes, mientras continúan las tareas de rescate, al menos cinco cuerpos sin vida fueron encontrados, por lo que el número de muertos podría ascender a 36, de los cuales solo ocho pudieron ser evacuados por las difíciles condiciones, como la falta de oxígeno y la escasa visibilidad.

No obstante, las autoridades niponas solo confirmaron la muerte de cuatro personas y 63 heridos de diversa consideración, a la espera de que los servicios médicos certifiquen la defunción del resto de los cuerpos hallados por paro cardiorespiratorio, según los primeros análisis sobre el terreno.

En la operación de rescate participan más de 500 policías, bomberos y miembros de las Fuerzas de Autodefensa (Ejército).

La última gran erupción del Monte Ontake se había registrado en 1979, cuando expulsó unas 200.000 toneladas de cenizas, mientras que en 1991 registró otra erupción menor y en 2007 provocó una serie de terremotos volcánicos.