Con un saldo de 50 muertos y 53 heridos, el ataque a tiros de Omar Mateen- perteneciente a ISIS- a un club gay de Orlando fue definido por Barack Obama como un acto "un acto de terror y odio". 

Los familiares de las víctimas decidieron llevar a la justicia a Facebook, Twitter y Google por permitir la expansión de la ideología del Estado Islámico por fuera de los califatos.

En la demanda se presenta a las tres empresas como aquellos que dieron “apoyo material” a la propaganda del grupo terrorista en Internet. No es la primera vez que las compañías son demandadas por este tipo de situación. Incluso el abogado que representa a las víctimas de la masacre de Orlando también demandó a las mismas en nombre uno de los fallecidos en los atentados de París. 

Facebook respondió señalando que en su plataforma no hay lugar para quienes apoyan al terrorismo o realizan actividades afines y remarcaron cómo- al igual que en Twitter- se están tomando diversas medidas para "combatir este tipo de contenido". 

El Estado Islámico e internet

Omar Saddiqui Mateen, el atacante de la discoteca gay de Orlando era un joven de 29 años, de padres originarios de Afganistán. Nació en Estados Unidos y residía en Port Saint Lucie, una localidad costera a 200 kilómetros al sur de Orlando. 

Mateen estaba en el radar del FBI.y fue investigado por "posibles conexiones terroristas" y simpatía hacia el grupo terrorista Estado Islámico como había mostrado más de una vez en Internet. El FBI llegó a entrevistarse con él en 2013 y 2014 aunque  los interrogatorios no llegaron a información concluyente que justificara su vigilancia. Incluso la misma agencia Federal señaló que Mateen llamó al 911 de la policía antes del tiroteo y que declaró lealtad a la milicia terrorista Estado Islámico.