Un día después del tiroteo en un shopping en Munich que dejó diez muertos, entre ellos, el atacante, las autoridades comienzan a conocer más en profundidad al joven alemán-iraní de 18 años que perpetró el ataque y se suicidó después. Según informaron en las últimas horas desde la fiscalía y la policía de esa ciudad, el hombre era un "desequilibrado" sin vínculos con el grupo jihadistaEstado Islámico (EI) y que sentía fascinación por otros casos de tiroteos masivos, como el del noruego Anders Behring Breivik.

"Partimos del principio de que en este caso se trata de un acto clásico de un desequilibrado" sin ningún tipo de motivación política, dijo a la prensa un representante de la fiscalía, al referirse al autor del ataque.

"No hay absolutamente ningún vínculo con Estado Islámico", declaró por su parte el jefe de la policía de Múnich, Hubertus Andrä.