El presidente filipino Rodrigo Duterte, quien suele compararse orgullosamente con Adolfo Hitler, mandó a su par estadounidense "al infierno" luego de que ese país se negara a venderle armas para una supuesta lucha "contra las drogas".

Este mandatario fascista que prometió matar millones a adictos de Filipinas, dijo que no lamenta el rechazo de Estados Unidos a venderle armas porque, según dijo, tiene a Rusia y a China como suministradores dispuestos.

Según informa la agencia Reuters, Duarte declaró: "En vez de ayudarnos, el primero en atacarnos fue el Departamento de Estado. Pues puede irse al infierno, señor Obama. En cuanto a la Unión Europea, mejor si escoge el purgatorio porque el infierno ya está lleno", añadió.