El presidente de Afganistán, Ashraf Gani, dijo este martes que son 150 los muertos por el atentado ejecutado el miércoles pasado con un camión cargado de explosivos que estalló en la entrada de la zona de seguridad de la capital afgana, y actualizó la cifra del ataque más sangriento desde 2001 en ese país y que hasta el momento registraba 90 muertos y más de 463 heridos. 

Gani lanzó el nuevo número de víctimas durante su discurso en el inicio de la reunión del denominado Proceso de Kabul, un encuentro multilateral en el que participan representantes de la Unión Europea (UE), la ONU y de 21 países del Grupo a 4, formado en 2016 para tratar de abrir una mesa de negociación con los actores armados afganos.

En la "enorme explosión" perdieron la vida "150 afganos inocentes" y más de 300 resultaron heridos, indicó el mandatario afgano, y que "todo el barrio diplomático" era su objetivo, pero el sacrificio de 13 policías afganos evitó que murieran diplomáticos, según consignó EFE.

Aunque ningún grupo reivindicó la autoría del ataque, la principal agencia de inteligencia afgana, el Directorio Nacional de Seguridad (NDS, por sus siglas en inglés), responsabilizó del mismo a la red Haqqani, ligada a los talibanes, afirmando que contó con "dirección y cooperación directa de la Agencia de Espionaje de Pakistán ISI", algo negado por Islamabad.

El Gobierno afgano acusó en varias ocasiones a Pakistán de estar detrás de una "guerra no declarada" contra Afganistán y de dar cobertura a los insurgentes de la red Haqqani.

Por su parte, Naciones Unidas informó que en 2016 el conflicto que vive Afganistán se cobró la vida de 3.500 civiles.

(Agencia Télam)