Antes de que Omar Mateen fuera asesinado por la policía, el último 12 de junio cuando irrumpió en el boliche gay Pulse, en Orlando, realizó un par de llamadas al 911 y mantuvo conversaciones con el personal de la línea de emergencias. 

En una charla de 50 segundos con la policía, que fue difundida por el FBI,  Mateen se llama a sí mismo "soldado islámico" y se niega a cooperar con los negociadores de rehenes. Cuando el tiroteo ya había comenzado al interior del lugar, a las 2:35 de la madrugada, el asesino dijo: "Estoy en Orlando (...) este es el tirador, yo hice los disparos".

Mateen  exigió que EE.UU. "dejara de bombardear Siria e Irak"  además de apoyar a grupos islámicos radicales aunque hasta el momento se cree que no hay una vinculación real, más allá de profesar esas ideas extremistas al interior del país. 

Además el informe del FBI señaló que Mateen juró lealtad a un hombre cuyo nombre todavía se mantiene en secreto. Incluso la procuradora general de EE.UU. Loretta Lynch afirmó que se iban a omitir deliberadamente algunas declaraciones propagandísticas del tirador para no interferir en la investigación.